Paseando por Lucca (ITALIA)

Como parece que la Toscana os gusta tanto como a mí voy a contaros mi día en Lucca, una de las ciudades italianas que más enamorada me tiene. Como ya os he dicho, si alguien tiene pensado viajar a alguno de los lugares de los que os hablo en mi blog y necesita ayuda, no dudéis en preguntarme!:)

Lucca se encuentra entre Pisa y Florencia, por lo que recomiendo que la incluyáis en vuestro recorrido, y fue fundada por la civilización Etrusca, aunque no fue hasta s. XI cuando vivió su época de esplendor gracias al mercado de la seda.

Lo que más me gusta de Lucca es que el casco antiguo se encuentra rodeado por las murallas, con unas casitas antiguas preciosas, con detalles italianos en cada rincón y con unas tiendas y restaurantes maravillosos.

Cuando crucéis la muralla de 5km de longitud para entrar en el centro histórico de la ciudad, observad la maravillosa puerta principal: el Baluarte de Santa María; uno de los monumentos más impresionantes de Lucca.

Caminad y perderos por las pequeñas callejuelas, pero no olvidéis pasar por el Palazzo de la Provincia, situado en la Plaza Napoleón, que actualmente es una Pinacoteca. La Piazza, junto con la estatua de María Luisa de Borbón, es preciosa, por historia os recuerdo que Napoleón Bonaparte se apoderó de la ciudad en 1805 e impuso a su hermana, Elisa Bonaparte como reina de Etruria.

Como toda ciudad Italiana, en el centro de Lucca se encuentra su maravilloso Duomo di San Martino construido en 1204 con el más puro estilo renacentista. Junto al magnífico pórtico de tres arcadas se adjuntó el impresionante campanario del s.XIII.

Si seguís caminando, y os apetece un helado como el mío (foto), para compartir entre dos es muy románticos…, sentaros en alguno de los restaurantes de la Piazza di Mercato, una plaza redonda (era el antiguo anfiteatro) llena de tiendas monísimas y donde se monta el mercadillo una vez a la semana.

Finalmente otra de las paradas que os recomiendo es en la Iglesia de San Michele in foro, preciosa, de mármol blanco y del s.XIII. La reconoceréis por sus arcadas, y por estar coronada con la estatua del arcángel San Miguel. Personalmente me gustó más que el Duomo, me pareció bellísima.

Como veis, es una ciudad pequeña y con mucho encanto, que a la que recomiendo una visita de un día, para disfrutarla al máximo, aunque con una tarde la podéis ver entera perfectamente.

Ah! Un último consejo: entrad en sus tiendas y cotillead! Había una pequeña maravilla de decoración donde compramos unos cuadros rústicos toscanos divinos!

Juliet.-