The Hamptons (USA)


Empecemos con una confesión. Estoy enganchada a la serie “Revenge”. Ya esta, lo he dicho. Me encanta, lujo, venganza, fiestas, amor, y sobre todo… LOS HAMPTONS.
Ah sí, eso es lujo y glamur, eso es lo que quiero cuando sea rica (soñar es gratis, ¿no?). Quiero una mansión en la playa, decorada por Ralph Lauren y con un jardín verde junto a la tierra blanca y fina que da al mar. Quiero vistas al océano, paseos en bicicleta por esos pueblos de película, ir a fiestas con vestidos largos de Dior o Ellie Saab, pasearme con un descapotable y un pañuelo rojo, jugar al tenis en uno de sus exclusivos clubs privados… Siempre me ha gustado el estilo elitista de los Hamptons… pero nunca había pensado el lugar en sí, siempre me había parecido de película y nunca había pensado en ir realmente allí. Nunca hasta que leí el artículo de “Sola en Nueva York”; un blog que adoro porque no solo admiro a su escritora (se fue sola a Nueva York para cumplir su sueño) si no que me encanta como escribe trasladándome al momento a la Gran Manzana.

Pues bien, hoy nos vamos a Los Hamptons a divertirnos con la crema y nata neoyorkina.

The Hamptons, es un grupo de pueblos ubicado al este de Long Island, esos pueblos suelen llevar en su propio nombre la palabra Hampton lo que hace que en grupo sean “LOS HAMPTONS”. Aún así, por cercanía a éstos, hay algunos otros como Amagansett, Springs y Sag Harbor, que igualmente pertenecen al grupo, y en cambio Westhampton, no suele incluirse, puesto que es una zona más pobre y no tan bien considerada, aunque al parecer tiene las playas más bonitas.



Los Hamptons eran pueblos que vivían de la agricultura y sobre todo de la pesca, pero que por su belleza, sus playas y su cercanía a Manhattan atrajeron en los adinerados neoyorkinos que buscaban un lugar de veraneo lejos de la estresante ciudad. 1820 y 1850 fueron una época de esplendor en la cual se puso de moda que las mejores familias (como la de mi admirada Jackie Kennedy O.) y donde para entrar en alguno de los clubs que crearon necesitabas ser de Buena familia y no solo tener dinero, lo que lo hacia 50mil veces más elitista.

El toque final lo dieron (al parecer) los artistas que se mudaron a la zona, encandilados por la luz y el bello conjunto que parecía una postal del paraíso. Tras ellos, llegaron los neoyorkinos ricos (con más o menos clase) que se apoderaron de mansiones y trajeron a los diminutos pueblos las tiendas más lujosas y los restaurants más selectos. Por eso pasear por la zona tiene el encanto de un pueblo pequeño y a la vez las opciones de una gran ciudad. Cines, restaurantes, hoteles, tiendas de moda, supermercados para vegetarianos, joyerías de lujo…

Por lo que he leído los pueblos son todos preciosos, Sag Harbor tiene un encanto especial, Amagansett posee un “Farmers Market” fabuloso, East Hampton y Southampton son para las compras,  puesto que son los que poseen mayor número de tiendas en sus calles principales, la mayoría venidas directamente de la Gran Manzana. En Springs (que nombre tan perfecto) se encuentra el Pollock-Krasner House & Study Center además de maravillosas bahías donde perderse paseando.


Obviamente pasear por Los Hamptons en verano es precioso aunque probablemente esté lleno de turistas, por eso es mucho más barato y cómodo para conocer los pueblecitos durante el invierno o incluso en primavera. Eso sí, en esa época no hay tantos famosos ni se vive el sueño americano como en pleno verano.

¿Habéis estado en Los Hamptons? ¿Os gustaría ir? ¿Qué lugares de las series o películas os gustaría visitar? ¿Os gustan este tipo de viajes?



*He cogido las fotos en google, y no tenían los nombres de los fotógrafos, por favor si alguien conoce a los fotógrafos, que me avise y pondré sus nombres. J

Gail’s Artisan Bakery (UK)


Hace tan solo unos días caminaba por Portobello Road, una calle llena de turistas en masa, pero que a mí me encanta, y que casualmente tengo 10 minutos de mi casa.
Muerta de frío y con ganas de un buen café (de verdad que es dificilísimo encontrar buen café en Londres, os lo prometo) justo empezó a llover (raro, ¿eh?) y entré en el primer sitio que vi.
Mi sorpresa fue enorme cuando vi la maravillosa tienda a rebozar de gente rodeada de pasteles y cupcakes de todo tipo, pan, pastas dulces y saladas, café, chocolate, y toda clase de tés.

La cola para sentarse daba la vuelta a la tienda, puesto que (como podéis ver en la foto) si quieres comer en el restaurante debes tener mesa antes de poder pedir, y para ello, hay que hacer cola hasta que los envidiables que están sentados se van. Yo pedí mi café y my delicioso cupcake para llevar y como por suerte había dejado de llover me senté en un banco cercano.
Puede que fuera por el cansancio, o por el frío, o quizás porque de verdad necesitaba cafeína, pero la verdad es que ese café estaba muy bueno (para ser Londres, ojo!) y el cupcake delicioso.
Como había hecho fotos, cuando llegué a casa me informé sobre esta “bakery” y resulta que en realidad se especializan en pan, aunque se consideran muy internacionales y por ello tanto los croissants como los cupcakes y demás pastas las hacen ellos mismos cada día, con productos naturales.
Pero no solo eso, también podéis comer sándwiches o pequeñas ensaladas preparadas especialmente para el “Lunch time” o un típico desayuno inglés que tenía una pinta deliciosa.


Gail’s Bakery tiene exactamente 12 tiendas en Londres, y todas muy bonitas con esos colores rojizos y blancos con aire rústico. Aquí debajo os dejo la dirección de la tienda a la que yo fui en Notting Hill y su web.
GAIL’S ARTISAN BAKERY
138 Portobello Road
London W11 2DZ

¿Conocíais esta cafetería? ¿Os gustan los Cupcakes? ¿Alguna recomendación para un buen café en Londres? ¿Conocéis alguna bakery deliciosa por Londres?

Manías maniáticas… Y tú, Como viajas?

Este post me lo ha inspirado el Zumo de Naranja.

O mejor dicho, el artículo sobre los zumos de Naranja en los hoteles en la Revista Traveler (la adoro). Hace unos días leía en la página web de la revista (desde que vivo en Londres leo sus artículos por Internet en vez de comprarla) el articulo SuiteSurfing II: el zumo de naranja perfecto”En el artículo se habla de cómo (en opinión del autor) un “simple y sencillo” zumo de naranja puede acabar con la reputación del hotel y me ha hecho pensar en que cada uno valora de los hoteles y de sus viajes en general unas cosas u otras.









































Cada viajero es distinto, cada uno tiene sus manías y sus gustos, cada uno valora unas cosas y desprecia otras, cada viajero es único pero con un punto en común: nuestras manías. Como muy bien escribe Paco Nadal en su fantastico blogSiempre he defendido que lo mejor y lo peor de cada uno aparece cuando estás de viaje (¡cuántas parejas rotas; cuantas amistades perdidas solo por no haber seleccionado bien a los compañeros de viaje!)”.  Y es cierto. He viajado con mucha gente distinta y cada uno tiene su propia manera de viajar, y sus incontables extravagancias… por eso cuando las “manías” son similares se hace mucho más llevadero viajar y por  eso suele ser más complicado viajar con 10 amigos que con 3 puesto que las opiniones son muy distintas y hay más gente implicada en la toma de decisiones.
Qué pasa cuando tienes manías como el zumo de naranja o donde sentarte en el avión? Es verdad que los tiempos cambian y con ello nos hemos acostumbrando a muchas cosas como el poco espacio de los asientos del avión o los hoteles low cost; como que cuando viajamos, muchas veces no nos podemos permitir grandes lujos, pero aún con todo seguimos teniendo nuestras manías personales. Tus maletas, tu tipo de hotel, donde vas sentado en el coche, como te organizas, la música que escuchas, los mil objetivos de tu cámara siempre bien guardados cada uno en el sitio que toca, que desayunas al viajar, los libros que te llevas, los sitios que siempre tienes que visitar,… hay mil cosas que nos diferencian y a la vez nos hacen iguales, y que además muchos hoteles intentan adivinar para conseguir encararse a un mercado determinado.

Este tema es famoso por  las celebrities que suelen ser extremadamente maniáticas (ellas que pueden…) y hacen cosas bastante peculiares, pero no es de uso único de ellas… antes de empezar a escribir este post no tenía muy claro que yo tuviera manías a la hora de viajar… pero las tengo, como todos, hay cosas que siempre hago y que sin darme cuenta salen solas… mis manías son las siguientes:
-          Siempre pido el asiento al lado de la ventana en los aviones, excepto cuando es para viajar muchas horas puesto odio tener que hacer levantar a todo el mundo par air al baño o coger cosas de la maleta.
-          Mi documentación va en un monedero especial para ello, billetes, pasaporte, resguardo del pago del hotel, etc.… necesito tenerlo a mano y a la vez que esté controlado todo en su sitio.

-          Me encanta empezar diarios de viaje, pero casi nunca los termino a pesar que empiezo con muchas ganas en el avión (solo despegar)
-          Adoro organizar viajes, así que miro restaurantes y qué quiero visitar; y mi mayor manía es hacer una ruta (la marco en el mapa) para cada día (luego ya me pierdo por las calles) así cada día hago una parte de la ciudad en vez de ir el mismo día a todos los monumentos que  suelen estar a distancia unos de los otros y me da tiempo para explorar más a fondo la zona.
-          Compro las guias de todos los sitios a los que viajo y tienen que ser El País Aguilar (si, aparte suelo comprar alguna más, pero como mínimo ésta!)

-          Adoro el English breakfast en los hoteles. En casa apenas tomo un café para desayunar pero cuando viajo desayuno muy bien, adoro la variedad. Siempre cojo English breakfast bien acompañado con un café y (claro) zumo de naranja.
-          Compro postales de todos los lugares a los que viajo, siempre más de una.
-          Solo entrar en la habitación del hotel voy directa a mirar el baño…. Necesito que me guste… es fundamental para mí.

¿Cuáles son las vuestras? Me muero de ganas de saber ¿qué es lo que hacéis cuando viajáis? ¿Cómo sois? ¿Que manías tenéis? ¿Que os parecen mis manías? Contádmelo todooo! 

Otoño en Londres

Hace mucho que no escribo este blog, pero me sigue encantando escribir, y me sigue encantando este blog; Y mis lectores y sus comentarios, y todo lo que un blog conlleva.

Por eso intentaré (sé que suena a promesas vacías porque ya lo he dicho antes) organizarme para escribir y descubriros más viajes por el mundo, más rincones estupendos  y más lugares escondidos en fantásticas ciudades.

Es Otoño y sí, vuelvo a estar en Londres. Resulta que aunque mis prácticas acabaron en Septiembre volví 2 semanas después porque me ofrecieron trabajo en la misma empresa… de momento estaré (en principio) hasta abril. Así que espero poder organizar las 500000 fotografías que tengo para poner en el blog de sitios y lugares de Londres y Roma (increíble que todavía no haya acabado con ese viaje!) y volver al ataque!

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Hace frío, llueve casi cada día  y el sol brilla poco, impidiendo pasar tiempo al aire libre, y hacer buenas fotografías, aunque en Londres siempre hay mil cosas que hacer! Exposiciones, luces de navidad, tiendas increíbles; ¿no os encanta la decoración navideña? A mi me apasiona! Pasear por Oxford Street es horrible y siempre está lleno de gente pero no lo puedo evitar, me encanta pararme frente los escaparates de Marks & Spencer o Selfridges y emocionarme pensando que en un mes es Navidad! J

Ahora me voy a Hyde Park, a ver si aguanta este día gris (sin llover más) y puedo hacer fotos a los árboles de colores, a las hojas rojas y amarillas, a la hierba verde y pasear con un café para no morir de frío en el intento! Buff, suerte que solo es Noviembre! Enero será para congelarse!

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Espero poder postear esta semana el primer post de la nueva “reapertura” del blog! Feliz tarde de Domingo!